Aquí una vez más actualizando este dichoso (a veces, no tan dichoso) blog mío: mientras siga agarrando lápiz y papel seguiré dibujando y, mientras aún tenga algo de Internet, seguiré compartiendo de lo que vaya haciendo lo que (para mí en lo personal) merezca la pena ser compartido. Por ahora tengo algo de conexión pero no sé hasta cuándo. Esto se los comento, a modo de aviso, por si llega a venir algún repentino "apagón" de mi parte. Sin más peroratas, vamos a lo que nos compete.
En esta oportunidad, es lo que yo llamaría un dibujo "catárquico", el cual vino a partir de cierta situación desagradable que, en lo personal, tuve que sufrir hace unos días en cierta red social (muy popular, tal vez la más usada). Sería bastante tedioso ponerme a contar lo que pasó y por qué me afectó tanto. Preferí ahorrarme las explicaciones y, de paso, desahogarme haciendo este dibujo al que he intitulado "Normas comunitarias en redes sociales". Se los dejo a su interpretación, tanto el dibujo en sí como su (tal vez) curioso título, aunque pienso que, por la experiencia que han vivido muchos/as, como también lo que nos ha tocado observar en otros/as, entenderán a qué me estaría refiriendo.
Ilustración en Hoja A3 - Lápices HB2 + 2B
Entintada con Estilógrafos 0.1 + 0.5
Finalmente la misma ha sido coloreada a la vieja usanza con lápices Faber Castell
Bien, cómo les decía más arriba, éste ha sido un dibujo para desahogarme, hacer catarsis, o cómo quieran llamarle. Al igual que todos lo que vengo haciendo sirven, además, para mantener el "brazo caliente" como también seguir dibujando, algo que tanto me gusta desde toda la vida. Así que, por favor, no me vengan (y menos en este caso) a fastidiar con dictámenes tan pedantes como petulantes del tipo "el color no es el correcto", "le falta contraste", "hay fallas de perspectiva", "los rostros no tienen nada que ver con los personajes", largo y odioso etcétera... Yo me pongo a curiosear lo que hacen esos/as "artistas" (?) que se empeñan en escribir esas sentencias: sus "obras" no me mueven un pelo (sin contar los muchos defectos que les encuentro) y, sin embargo, ni me gasto en escribirles algo al respecto.
Es todo por el momento. No estoy seguro con qué iré a seguir pues, más allá de tener ideas en danza, mi porvenir es incierto. Así que, ahora más que nunca: veremos...
No me queda más que ir despidiéndome: hasta una futura entrada (espero que la haya), anónim@s internaut@s del otro lado de la pantalla, estén donde estén.